1-Disminuir las Harinas: Alimentos como pan blanco, pastas y galletitas, elaborados con harinas refinadas, desencadenan un ciclo de antojos. Estos alimentos se metabolizan como glucosa en sangre y el exceso de glucosa se convierte en grasa llevando a un aumento de peso. Eliminarlos completamente de tu dieta es muy difícil, por eso podés optar por ingerir una porción de estos alimentos al día o cambiarlos por los elaborados con harinas integrales. Hoy en las dietéticas podés encontrar muchas opciones de productos sin gluten o elaborados con harinas integrales, date una vuelta y fijate cuáles son los alimentos que consumís habitualmente y podés reemplazar.
2-Incluí líquidos de manera creativa: Ya habrás escuchado lo importante de ingerir líquidos, algunos dicen 2L. por día. Podés aprovechar para incluir nutrientes y divertirte creando combinaciones de jugos y licuados. Dejá volar la imaginación y experimentá con frutas y vegetales, siempre tratando de evitar la incorporación de azúcar blanca. Podés optar por miel o edulcorantes y leche descremada o yogurt natural. Te dejamos algunos ejemplos para ayudarte a empezar:
- Té verde-Miel-Arándanos y Banana
- Yogurt natural-Frutillas-Banana-Naranja
- Durazno-Mango-Leche descremada-Limón-Ginger
- Peras-Espinacas-Miel-Yogurt natural
- Zanahoria-Naranja-Durazo
4- Probaste Meditar?: Suena muy difícil..pero no! No se trata de hacerlo como los budistas sino de adaptarlo a vos como una manera de relajarte y calmar la mente. Si no sabés por dónde empezar, hay muchos videos en youtube que te ayudarán a dar tus primeros pasos. Dale una oportunidad, 10 minutos al día para vos, para relajar el cuerpo y la mente te van a sentir un poquito mejor seguro.
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